.
Pocos días después de haber cumplido los 61 años, Fernando Ribeiro Ferreira recibió un regalo indeseado a primera hora de este viernes: la visita de la policía en la casa donde se escondía en la región de Trâs-os-Montes, en el norte de Portugal, después de protagonizar un fuga colectiva de la prisión Vale de Judeus el pasado 9 de septiembre. La evasión, realizada por cinco reclusos, fue a la vez espectacular y ridícula. Por un lado, fue grabada por las cámaras de videovigilancia, que la dotaron de un toque cinematográfico, y por otra se hizo con el recurso a una escalera y unas sábanas, empleadas para salvar los sucesivos muros de la prisión. Todo ello fue posible debido a graves fallos de seguridad, que ya han sido reconocidos por la ministra de Justicia, Rita Alarcão Júdice, y que de momento le han costado el puesto a varios cargos de la administración penitenciaria.
Seguir leyendo
.